Por Laura Terenzano* | Fotos: Colectivo de Géneros Concordia
La socióloga e historiadora feminista estuvo en Entre Ríos y en su paso por Concordia habló sobre los avances de la derecha en América Latina, las enseñanzas y deudas del movimiento de mujeres y el gran aprendizaje que fue el 2018. Además, se animó a reafirmar que éste «va a ser un gobierno feminista y en 2020 será Ley” la demanda de las calles sobre la despenalización del aborto. Capitalismo y agrotóxicos fueron los temas que también estuvieron en la charla de Dora Barrancos en tierra charrúa.
Desapegarnos de las fórmulas patriarcales, potenciarnos también más allá de empoderarnos, aprender a rotar liderazgos, y la insubordinación como valor central son solo algunos de los conceptos que dejó en su paso por Concordia la socióloga e historiadora feminista Dora Barrancos.
El conversatorio, que el jueves 28 de noviembre atrapó por dos horas y media a un auditorio completo de la Sala de Conferencias de la Facultad de Ciencias de la Alimentación, fue organizado por el Colectivo de Géneros de esta ciudad con el acompañamiento de la Universidad Nacional de Entre Ríos. La sala, desbordada y exultante, escuchó atenta las reflexiones de Barrancos que desde una mirada feminista habló no solo de las cuestiones de género en sí mismas sino también de cómo los modelos económicos habilitan o cierran las condiciones preexistentes para que los gobiernos avancen en la conquista de nuevos derechos.
Mauricio Macri, dijo, no fue solo un gobierno neoliberal, “fue un plan de negocios energúmenos”, disparó.
En esa lógica, Barrancos habló también del nuevo escenario que inaugura la Argentina en América Latina y aseguró que el gobierno de Alberto Fernández será “un gobierno feminista, y por eso estamos en condiciones de ganar la ley, en 2020 va a ser ley” en referencia al proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que el presidente electo ya anunció que enviará al Congreso.
La herencia de las Asambleas del 2001 en el movimiento de mujeres
¿Hay un vínculo entre el movimiento asambleario que se gestó en la crisis de 2001 en Argentina y el movimiento de mujeres y feminista? Para Dora Barrancos son tres al menos los elementos que se identifican en las asambleas populares de 2001 y en los feminismos populares de hoy: la poca paciencia, el cabildeo, y la rotación de liderazgos.
“Debemos aprender a rotar liderazgos en las asambleas de mujeres, la perpetuación en lugares o roles nos genera una subjetividad que no subalterniza y que nos deja pegadas a las fórmulas patriarcales, debemos desapegarnos de las fórmulas patriarcales de liderazgo”, sugirió.
Mauricio Macri, dijo, no fue solo un gobierno neoliberal, “fue un plan de negocios energúmenos”, disparó.
Capitalismo y patriarcado, ¿se caen juntos?
“La lucha contra el patriarcado es una lucha panclase, la lucha ya no es de las clases medias ilustradas, como fue en las primeras oleadas, la lucha es ahora también con las clases populares” aseguró e hizo referencia a las miles de mujeres que ya no se resignan a vivir condiciones de violencia o sometimiento. “Esas mujeres, no me importa si se llaman feministas o no, lo que me importa es que ya vamos viendo que el camino es la insubordinación permanente”.
Mujeres aborígenes y agrotóxicos: los desafíos de las juventudes
“Hay un reclamo para que las voces de las mujeres aborígenes sean escuchadas, de ahí que el feminismo decolonial sea muy importante, porque hay una conceptuación que evidentemente aumenta, complejiza, la visión acerca de la relación entre los géneros”, disparó ante la pregunta de una mujer del auditorio representante de los pueblos charrúas, originarios de esta zona del litoral.
Y casi inmediatamente, tras abordar la temática, Barrancos vinculó la cuestión con la tierra que habitamos: “¿qué nos pasa que estamos admitiendo casi la servidumbre voluntaria? La servidumbre voluntaria es un destino aciago, horrible para la condición humana. ¿Vamos a aceptar los agrotóxicos así como así? Esto entre los más jóvenes está siendo activado. Este año el tema del clima y el medio ambiente estuvo en la agenda de los más jóvenes”, aseguró optimista.
La servidumbre voluntaria es un destino aciago, horrible para la condición humana. ¿Vamos a aceptar los agrotóxicos así como así?
En este sentido, relacionó las nuevas modalidades de protesta social vinculadas al medio ambiente también con las nuevas modalidades que va adoptando este capitalismo Siglo XXI: “Hay una avaricia destructora, pero antes los capitalistas estaban ahí, los reconocíamos, porque había un capitalismo productor, enajenador, pero producía. Y hoy el problema es que hay un cambio de esfera orbital del capitalismo por el cual lo que se fabrica son negocios. Giran por el éter despiadados números de la ratia financiera, el capitalismo productor está sometido al capitalismo especulador”.
La pregunta entonces quedó flotando entre el auditorio que tras dos horas y media escuchó atento, reflexivo y emocionado: “¿qué hacemos frente a eso? Antes las movilizaciones eran contra el patrón que nos estaba explotando, y esto todavía existe, pero el modelado brutal está en el excipiente, ya no en la esencia del asunto”.
“Latinoamérica en clave de género. Desafíos y tensiones actuales” fue la consigna que propuso en el conversatorio esta mujer que, pionera del movimiento feminista, este año incursionó en la política partidaria como candidata a senadora nacional por el Frente de Todos. Esperanzada, optimista ante el cambio de escenario nacional, a su paso por Concordia Dora Barrancos dejó un aroma a “se puede” teñido de verde, un aroma a “cambio” con un sentido apropiado ya por la lucha de las mujeres que trasciende sloganes de campaña, un cambio que ya se puede ver en las calles de Chile, de Colombia, y que durante 2018 impregnó las de toda la Argentina.
*Lic. en Cs de la Comunicación (UBA). Periodista. Integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVGAr)