«Es una ley que tiene una vertiente pedagógica y educadora muy importante»

Por Marlene Aldaz* | Entrevista a Esteban Paulón** | Fotos: Esteban Paulón (Facebook Personal) y Lucía Prieto

Un hecho histórico convirtió a la Argentina no solo en un país con más y mejores derechos para todes, sino también, en el primero de América Latina y el décimo del mundo, en garantizar legalmente el matrimonio entre las personas sin discriminar su orientación sexual o identidad de género. 

 

Este 15 de julio se cumplen 10 años de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario. Muches fueron quienes impulsaron y trabajaron en pos de esta conquista. Esteban Paulón, fue uno de ellxs.

-¿Cuáles son las sensaciones a diez años de la sanción de la ley?

-Mucha emoción y recuerdos de esos días que fueron muy intensos, de enormes corridas, dudas, miedos y ansiedad pero teníamos la certeza de que la ley estaba muy cerca y que era posible así que también eso nos daba un montón de fuerza; más allá de lo que pasara ya se había hecho historia, la media sanción de la Cámara de Diputados había sido muy importante. Había permitido una salida del armario masiva del colectivo LGBT a nivel de la sociedad; y es esa sensación, que a veces pasa cuando uno está luchando por un derecho y tal vez no alcanza a lograrlo en ese primer intento. Nosotres tuvimos la enorme alegría de haber podido llegar al objetivo en la primera, y esa noche fue una explosión de llantos, abrazos, gritos y cantos que hasta el día de hoy nos emociona.

-¿Está muy presente esa noche y el camino hacia esa conquista?

-Obviamente. En mi caso personal de militante agradecer el haber podido ser parte de ese proceso y de haber estado en ese momento histórico. Cuando nosotros estábamos impulsando en algunas provincias las leyes de parejas, antes de que la Federación presentara en el 2005 el proyecto de matrimonio, buena parte de nuestra comunidad nos pedía que no hagamos tanto ruido, que no hacía falta, que se podía arreglar de otra manera. Creo que el proceso del debate de la ley es el que genera ese vencer como comunidad a esa cultura de la vergüenza en la que se nos educó durante tanto tiempo y poder realmente hacernos visibles, asumir lo que sentíamos, poder expresarlo. Por eso esa noche cuando el colectivo llena la plaza es como el momento en que decimos ya no nos vamos a ocultar más y eso inició un proceso que sigue con sus efectos hasta el día de hoy. Más allá de lo individual, de lo que nos haya pasado a nosotros y nosotras como militantes, en general como generación poder ejercer y gozar los derechos por los cuales uno lucha es algo que no pasa muy a menudo en la historia. Muchísimas causas sociales y movimientos en favor de los derechos se han construido sobre generaciones que han dejado la vida para que otras puedan heredar esos derechos y nosotros somos parte de una generación que hoy está viviendo los derechos por los que luchó en tiempo real. Muchas personas, muchos compañeros y compañeras de mi generación de militancia pudieron ejercer el derecho al matrimonio, y aunque no lo hagan hoy viven en un país que lo garantiza y eso es sumamente importante.

 

foto de interiores ley de matrimonio igualitario

 

-¿Pensaste que ibas a formar parte de ese momento histórico?

-No. Yo milito desde muy joven y siempre uno está viendo de qué manera puede contribuir para empujar las transformaciones y los cambios pero obviamente cuando nos propusimos la ley de matrimonio nos parecía un poco lejano, creíamos que era posible pero nunca pensamos que en un lapso de tiempo relativamente corto, porque cinco años realmente no es tanto, se iba a lograr un crecimiento tan grande del movimiento, de las organizaciones, pero sobre todo de la conciencia social sobre esta temática. Yo creo que íntimamente uno pensaba que esto iba a llegar pero haber podido estar en el lugar indicado en el momento correcto creo que ni lo soñamos cuando empezamos con las campañas.

-¿Cómo se continuó la lucha después de la sanción de la ley para seguir conquistando más derechos?

-Ninguna ley transforma automáticamente la realidad. Las leyes son herramientas que tenemos que aprovechar y usar para modificar la realidad social y las condiciones materiales que en este caso generan la discriminación y la exclusión. La ley de matrimonio, por un lado abrió la puerta a muchísimas otras leyes muy importantes como la Ley de identidad de género, el nuevo Código Civil, la Ley de reproducción asistida, distintas leyes que nos permitieron seguir avanzando en materia de derechos; pero nosotres siempre hablamos que una cosa es conquistar la igualdad legal y otra alcanzar la igualdad real. La igualdad real tiene que ver con el compromiso de los Estados y las sociedades para producir un cambio cultural profundo, que tiene que ver con la educación, con políticas afirmativas, así que a partir de la aprobación de la ley de matrimonio nos concentramos mucho en lo legislativo pero también nos enfocamos muy fuerte en lo que tiene que ver con el diseño de políticas públicas justamente para que los Estados y los Gobiernos se hagan cargo de esas acciones que aun hoy siguen haciendo falta para alcanzar la igualdad real, para que esa igualdad que hoy tenemos en los papeles se transforme en una igualdad concreta que podamos gozar en la vida cotidiana.

-Para que esto funcione, en parte tiene que ser fundamental la real aplicación y cumplimiento de la Educación Sexual Integral (ESI) y la perspectiva de género…

-Sin duda. La ESI como un pilar fundamental. Es cierto también que a nivel de la sociedad nos educamos en un montón de ámbitos, con los medios de comunicación, con la familia, en la vida pública, en los grupos de amigues, en la escuela, en los espacios deportivos, recreativos pero sin duda el poder lograr una implementación real y efectiva de la ESI, que estamos todavía muy lejos de eso con enormes disparidades en el país, sería muy importante porque justamente es una posibilidad de brindar herramientas masivamente para combatir la discriminación y la exclusión. La ESI que tiene que tener perspectiva de género, de diversidad y de derechos humanos sino no tiene sentido, no puede quedarse solamente en una cuestión de la genitalidad o de determinadas cuestiones con las que históricamente estuvo asociada la sexualidad, sino que tiene que ser una educación en valores, en el cuidado del propio cuerpo, en la posibilidad de decidir, en el derecho a la identidad, en la no discriminación, en la inclusión real, o sea tiene un montón de aristas que son súper importantes.

 

Copia de foto de interiores ley de matrimonio igualitario lucia prieto

 

-¿Cuáles son las nuevas demandas, hacia lo que van en la conquista de derechos desde el colectivo?

-Hay dos o tres temas importantes. Uno es el tema de la ESI, que pueda ser implementada correctamente en todo el país. En relación a la población trans nosotros estamos impulsando una Ley Integral Trans que incluya, entre otras medidas, obviamente el cupo laboral pero también que garantice el derecho a la salud, que está aprobado desde 2012 con la ley de identidad y no se cumple casi en ninguna provincia, que podamos reinsertar al colectivo trans en la educación, en la vivienda, trabajar con las infancias trans para prevenir la discriminación y la exclusión, y también trabajar en la reparación de derechos para las personas trans mayores. Otro tema importante es que finalmente el Congreso apruebe la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, del aborto seguro, legal y gratuito para todas las personas gestantes que también incluye obviamente, a gente de nuestro colectivo. Y uno de los puntos que trabajamos también desde la Federación tiene que ver con la regulación del trabajo sexual autónomo para brindar derechos laborales a las trabajadoras y trabajadores sexuales que hoy no los tienen y que están expuestos a las redes de explotación y de trata justamente por la desprotección y el desinterés que el Estado ha demostrado en esta temática. Creo que hay un montón de cuestiones pendientes, han habido buenas experiencias, nosotres en Santa Fé de 2015 a 2019 hicimos una experiencia muy interesante con resultados muy positivos pero pareciera que son esfuerzos individuales; tenemos que lograr que el Estado Nacional y todos los Estados Provinciales impulsen fuertemente las políticas públicas de inclusión para superar todas estas situaciones de discriminación y de exclusión que vive nuestro colectivo cotidianamente.

-¿La creación del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad a nivel nacional es un puntapié para integrar y trabajar estas políticas?

-La institucionalidad es indispensable y necesaria pero no suficiente. Yo veo muy positivamente que tengamos una existencia en el organigrama del Estado, eso nos visibiliza y nos hace sujetes de la política porque lo que no se nombra no existe, y muchas veces el no haber estado ni siquiera nombrados en el Estado ha hecho que el Estado ni siquiera nos preste atención o que las políticas sean muy deficientes. Ahora queda una segunda condición importante que tiene que ver con el presupuesto que se le asigne a esta área, que eso lo vamos a ver en unos meses porque en este momento está todo un poco complicado pero la verdad que al día de hoy parecería insuficiente el presupuesto porque lo que está haciendo el Ministerio es ocupar el que tenía el Instituto de las Mujeres durante el gobierno de Macri. Entonces cuando se presente el presupuesto para el año que viene ahí podremos dimensionar realmente cuál es la voluntad política y cómo eso se traduce en presupuesto. Por supuesto, es súper importante que ese Ministerio exista, ahora hay que dotarlo de recursos y contenido.

-¿Qué le dirías a aquellos que aun hoy se oponen al matrimonio igualitario porque sería el “fin de la familia”?

-La verdad que hoy ese argumento no cuaja en la sociedad, salvo en sectores muy minoritarios porque realmente diez años después está ley ha demostrado que se pueden otorgar derechos a sectores que no los tenían sin quitarle ninguno a nadie, eso nos hace una sociedad más amplia, más democrática. El concepto de familia se fortaleció porque incorporamos un montón de otras formas, no solo las de la diversidad sexual que no tenían protección legal y hoy han sido incorporadas al Código Civil, niños, niñas y niñes tienen derechos, las familias ensambladas tienen un marco legal y esto al contrario, lejos de debilitar y destruir a la familia la fortalece, la hace plural y diversa como es en la vida real, nos acerca un poquitito más el marco legal a la realidad concreta que se vive en el día a día.

-¿Tenes alguna reflexión sobre estos diez años? A veces los números redondos son más emotivos…

-Diez años y 20.400 matrimonios después creo que ha sido una ley que transformó profundamente nuestra sociedad. Es una ley que tiene una vertiente pedagógica y educadora muy importante porque la visibilidad de nuestras parejas, de nuestras familias educa contra la discriminación, el prejuicio, la violencia y el odio. Estamos ante una primera generación de chiques y adolescentes nativxs igualitarixs que nacieron con estas leyes, que el hecho de que estas leyes ya estén súper consolidadas eleva muchísimo el piso de las demandas que elles nos están haciendo en este momento en un montón de aspectos y que eso me hace ver con optimismo el futuro porque más allá de que en nuestra región estamos en un momento complejo a nivel político por el avance fuerte de distintos sectores del evangelismo en las instituciones políticas, creo que el propio ejercicio que hemos hecho todos estos años de estas leyes es lo que nos permite estar más tranquilos a la hora de defenderlas.

 


 

*Pertenece a AM Periodismo Móvil. Basavilbaso – Entre Ríos.

**Esteban Paulón es director ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas LGBT+, miembro de la Comisión Directiva de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) y presidente del Comité Ejecutivo de la Red Gay Latino.