El emprendedorismo nacional se abre paso a fuerza de voluntades y trabajo cooperativo en modelos económicos cada día más complejos. Aportes de la Universidad hacia nuevas capacidades productivas.
Por Mariano Negro y Gonzalo Battauz
Desde 2011 la Facultad de Ciencias Económicas de UNER es parte, al igual que veinticinco universidades nacionales del país, del Programa Nacional de Formación Ética para el desarrollo “2000 Jóvenes por una Economía con Rostro Humano” Premio Amartya Sen, coordinado por la Universidad de Buenos Aires (UBA). El mismo forma anualmente a nivel nacional a trescientos jóvenes, recientes egresados o próximos a graduarse en el área de las ciencias económicas, en las ideas más avanzadas de las ciencias gerenciales, desde una perspectiva ética, socialmente responsable y con el horizonte puesto en el desarrollo humano.
En el marco de dicho programa, la Facultad crea en 2013 el Centro de Acciones de Emprendedorismo y Responsabilidad Social (AEQUUS). Belén Marquesín, contadora y graduada FCE-UNER, como integrante del equipo AEQUUS, contribuye al estudio, la investigación, la extensión y la ejecución de prácticas de Responsabilidad Social.
-¿En qué momento de tu carrera y por qué motivos elegiste vincular tu profesión con las prácticas de la Responsabilidad Social y el emprendedorismo?
-Cuando estaba terminando de cursar mi carrera encontré un afiche del Programa Amartya Sen donde se invitaba a participar a noveles graduados o estudiantes próximos a finalizar. Fui a la charla de presentación y me encantó la idea. Hasta ese momento no había encontrado el espacio donde poder articular lo social con lo académico. Me pareció interesante ver a la economía desde otro enfoque, y que a su vez podamos utilizar nuestra profesión para ayudar a potenciar proyectos y capacidades cooperativas, creativas y de asociación. Difundir la idea de que otra economía es posible es importantísimo, porque es necesario que los contadores sepan que no solo pueden desarrollar su profesión en un estudio contable o trabajando en una gran empresa, sino que también pueden participar activamente del movimiento cooperativo, gestionar balances sociales, y que tienen la obligación de devolverle a la sociedad una parte de lo que ella nos brindó, como por ejemplo nuestro título. Tenemos que ser responsables no solo frente a nuestros clientes sino también frente a toda la comunidad.
-¿Qué significa trabajar junto a los emprendedores?
Es algo maravilloso porque ellos vienen con muchas ideas innovadoras, y el profesional se transforma en el vehículo para poder llevarlas adelante: poder comenzar su negocio o emprendimiento, y desde ahí seguir soñando sin tener techo. Ellos te contagian sus ganas de más, sus energías, y vos los podés ayudar a plasmar eso en un plan de negocios y en
acciones concretas.
-A nivel formativo y profesional, ¿cómo valorás tu paso como estudiante en diferentes acciones relacionadas a la temática y tu inserción como graduada?
-Haber participado como estudiante fue una experiencia muy enriquecedora, no solo laboral sino personal, ya que trabajando con emprendedores y cooperativistas, conocés otras realidades y otras formas de hacer las cosas, y podés complementar lo que aprendés en la Facultad con la práctica y el impulso de nuevos emprendimientos.
Como graduada hasta hace muy poco trabajaba para una importante cooperativa y fue una linda experiencia para mí. Ahora emprendí un proyecto personal, mi propio estudio, junto con una socia y amiga. En la Facultad trabajo como docente y dentro del Centro de Acciones de Emprendedorismo AEQUUS, con una idea para el desarrollo local que surgió de un Proyecto de Extensión y del Programa Amartya Sen junto a mis compañeras, Estefanía Bel y Jesica Eberhardt. Cuando ves que las cosas que pensaste se concretan, te da más ganas de seguir trabajando. Hoy en día nuestra Facultad permite pensar, crear y generar ideas que luego se pueden concretar.
-¿Cómo evaluás la situación de los emprendedores y de la economía social en la región y qué se puede hacer desde la Universidad?
La principal falencia en mi opinión es el tema del seguimiento de los proyectos. El Estado hoy en día te brinda toda la colaboración para la conformación de una cooperativa o la instalación de un emprendimiento, pero falta el seguimiento y la colaboración en momentos donde comienzan a aparecer los primeros problemas del trabajo cotidiano. En el caso de las cooperativas se conformaron muchísimas en los últimos años. El Plan Argentina Trabaja y Ellas hacen, entre otros, el objetivo fue organizar a los trabajadores y trabajadoras en cooperativas para poder insertarlos en el mercado laboral. El problema es que no se les brinda la capacitación y el acompañamiento necesario para que puedan apropiarse del proyecto definitivamente. Que entiendan que son dueños de su propia empresa, que no son empleados de nadie, que no tienen techo para crecer, y por sobre todo, que de ellos depende el crecimiento de su emprendimiento. Es ahí donde la Facultad debe participar, tiene las personas y los medios para poder asesorar, capacitar y acompañar a estos cooperativistas.
-En relación a esta nueva perspectiva ética y social con la cual están trabajando, ¿cómo ves el perfil de los graduados en Ciencias Económicas?
-El perfil de los graduados de esta Facultad cambió muchísimo. Desde adentro los estudiantes pueden participar de muchísimas actividades como el Programa Amartya Sen, la capacitación a emprendedores, la incubadora, la Feria de Emprendedores, programas de voluntariado como el de las 3R, y diferentes cursos y actividades que se hacen con el objetivo de formar a los profesionales en aspectos más sociales y no tan técnicos. Hoy en día nuestros graduados ya se incorporan al mercado laboral con ese perfil de índole social.
-¿En qué líneas de acción se encuentra trabajando actualmente el Centro AEQUUS?
-El Centro AEQUUS se creó porque se realizaban innumerable cantidad de actividades relacionadas con la capacitación, seguimiento, formulación y asistencia técnica a proyectos productivos de emprendedores de la región y actividades relacionadas a la Responsabilidad Social. Nos dimos cuenta de que había una gran demanda de este tipo de actividades. Por este motivo es que el Centro está destinado a acompañar a todos los emprendedores de nuestra comunidad a través de las diferentes ofertas que propone y trabajar fuerte en el fomento de Responsabilidad Social en la región.
El Centro trabaja sobre tres líneas de acción: capacitación, asistencia técnica y vinculación con el medio. Capacitación a toda la comunidad académica, y asistencia técnica a los emprendedores que lo necesiten, y que deben saber que en nuestra Facultad pueden encontrar a un equipo preparado para satisfacer todo tipo de necesidades que pueda tener su emprendimiento. Es un espacio que fomenta la unión y asociación por medio de la construcción colectiva, el fortalecimiento de los lazos de solidaridad, el acompañamiento mutuo, y que mediante el intercambio de conocimiento y experiencias contribuye a la creación de un ambiente favorable para una gestión socialmente responsable de nuestra comunidad.